Colocación del álbum de boda
Antes de salir de casa, coloqué el álbum de boda sobre la mesa de la cocina. Estaba allí intencionadamente, un gesto simbólico lleno de recuerdos y significado. No bastaba con irse, también había que hacer una declaración. El álbum, antaño tan preciado, desempeñaba ahora un papel diferente. Al retirarme de la mesa, era consciente de que él se daría cuenta y de que generaría las preguntas sobre las que quería que reflexionara. Era el principio de su despertar.

Colocación del álbum de boda
Dejando una carta
Al mismo tiempo, dejé una carta cuidadosamente escrita en la que explicaba todo con detalle, pero sin revelar mi sorpresa final. Cada palabra estaba seleccionada para comunicar mis ideas con claridad y firmeza. Hablé de los años, las decepciones y las motivaciones de este viaje. Sin embargo, omití la revelación final, sugiriendo que había más por venir. La carta conectaba nuestro pasado con mi nuevo futuro, creando una innegable historia de transformación.

Deja una carta