La reacción del sargento
El sargento enarcó una ceja, pero anotó su declaración. “Tendremos que investigarlo”, comentó, con tono neutro pero mirada interesada. El padre de Daryl lo miró con el ceño fruncido, con una frustración palpable. “¡Hay que hacer algo más que investigarlo!”, exclamó. El sargento asintió, aparentemente indiferente a la explosión. “Por favor, siéntese en la sala de espera”, dijo, señalando una fila de sillas de plástico duro.

La reacción del sargento
Esperando ansiosamente
Daryl y su padre tomaron asiento en la sala de espera, con los cuerpos rígidos por la ansiedad. Daryl tamborileaba con los dedos sobre la rodilla, mientras recorría la sala con la mirada. Su padre estaba cruzado de brazos, mirando al frente. Los minutos pasaban lentamente, y cada segundo parecía una eternidad. Intercambiaron miradas, preguntándose cuánto tiempo tendrían que esperar para llegar a una conclusión.

Esperando ansiosamente