Los turistas hacen fotos
El encanto se desvaneció tan pronto como apareció; las cámaras comenzaron a iluminarme a mi alrededor. Algunos individuos cuchicheaban, otros se agarraban para apreciar una mejor vista. “Oh, Dios mío, mírala”, exclamó una persona. El flash después del flash, las cámaras se activaron, capturando el espectáculo como si fuera una famosa de Hollywood. No obstante, a pesar de todo el interés, parecía focalizada, sin desviarse de la mirada de un turista específico.

Los turistas hacen fotos
La leona elige a un hombre
Dentro del desorden, percebi que la leona solo miraba a un individuo: el mismo hombre que hasta ahora había permanecido callado entre nosotros. Era joven, aproximadamente de veinte años, y poseía un aspecto sereno. Se volteó hacia él con cautela, desatándose de la multitud que se dispersaba en su entorno. ¿Por qué se fija en él? me cuestiono en alto. Era prácticamente como si le estuviera solicitando asistencia.

La leona elige a un hombre