Un encuentro casual
Una tarde soleada, Olivia llevó a su hijo al parque para evadirse brevemente de sus luchas. Allí conoció a Justin, un veinteañero muy trabajador que parecía totalmente agotado tras una larga jornada. “No puedo creer que por fin me esté tomando un descanso”, se rió entre dientes, sin ser consciente de cómo ese momento cambiaría sus vidas.

Un encuentro fortuito
Compartir una comida
Al darse cuenta de que Justin tenía hambre, Olivia le ofreció algo de comida que había preparado. Su gratitud le reconfortó el corazón. “No sabes cuánto significa esto para mí”, le dijo, y entablaron una conversación sobre sus vidas. Impresionado por su amabilidad, Justin prometió invitar a Olivia y a su hijo a comer cuando le pagaran.

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